¡Hola a todos!
vuelvo al blog después de un buen rato sin conexión internet en la nueva casa. Esta entrada será breve porque, aunque el tema me apasiona, estos últimos días de embarazo se me hacen bastante pesados y me cuesta estar delante de la pantalla.
Pero bueno, hablando de evaluación la pregunta que he puesto como título es de las que acompañan mi labor como docente. ¿Evalúo lo suficiente? ¿De forma objetiva? ¿evalúo demasiado? ¿me fijo demasiado en los resultados? ¿se me olvida evaluar el proceso de aprendizaje? …
Trabajando en la enseñanza reglada estoy obligada a presentar cierto número de evaluaciones escritas y orales y a ponerles calificaciones a mis niños en febrero y en junio. Todo esto resulta a menudo frustrante, la enseñanza se transforma en una carrera contrarreloj para acumular notas y muchas veces preparar un test aburrido es la manera más rápida para conformarse a este sistema.
A pesar de esto, estoy convencida de la importancia de evaluar el proceso de aprendizaje en su entereza, a través de tareas complejas que estimulen las competencias de los alumnos, el saber hacer e incluso el saber ser.
Como tarea final del capítulo 5 de PDP ELE os presento una rúbrica para la evaluación de la expresión escrita. Es una parrilla que he utilizado en un bachillerato con alumnos de nivel B2 y que responde a los criterios compartidos por el departamento de idiomas de ese centro con referencia al Marco Común. Es una rúbrica muy técnica, detallada y específica, se fija en un producto en concreto pero a mí me ha funcionado bastante bien.
¡Espero vuestros comentarios!
profe francesca 